¿Compras consciente o compras demasiado?
Somos una sociedad que se ha vuelto adicta al placer inmediato; redes sociales, una notificación, cigarro, la comida, sexo y las Compras.
Sí, comprar genera placer:
¿Te ha pasado que cada vez que compras algo quieres más y más?
¿Has sentido mucha felicidad cuando adquieres algo que te gusta?
¿Sientes que no es suficiente lo que compras o que podrás tener más?
Comprar es uno de los estímulos que activan nuestro sistema de recompensa, dándonos una ilusión de felicidad que se convierte en ansiedad y finalmente en un vacío emocional, ya que al finalizar nuestras compras la sensación deja de ser placentera.
Ellos conocen perfectamente esta estrategia y a través de las temporadas de descuento activan tu sistema de recompensa inmediata para que consumas aún más de lo que necesitas.
Esto lo vemos en las campañas de grandes marcas que comunican aspectos específicos como: la felicidad de comprar Algo YA, en este momento, llévalo hoy, promoción por única ocasión, en últimas ofertas y sobre todo en los grandes descuentos.
El riesgo está en que esa sensación de placer nos hace adictos y por ello somos capaces de hacer cosas como sacrificar nuestras metas financieras a largo plazo o endeudarnos durante un año o más, dejar nuestras cuentas vacías o pedir préstamos innecesarios.
Sacrificamos por el placer de lo que podemos obtener hoy, lo que nos podría beneficiarnos en un futuro; porque la inmediatez es mucho más estimulante que la espera.
Todo esto tiene una explicación y esa explicación proviene de la neurociencia.
Este fenómeno que acabamos de describir se llama sistema de recompensa inmediata.
El sistema de recompensa inmediata genera en nuestro cerebro, -específicamente en el mesencéfalo- Un neurotransmisor llamado dopamina el cual está directamente relacionado con el placer.
Cuando aumenta la segregación de dopamina en nuestro cerebro nos sentimos emocionados, excitados, felices e incluso relajado; sin embargo, cuando disminuye provoca una sensación de vacío y por lo tanto, de tristeza.
Ahora, ¿Qué podemos hacer al respecto?
No te decimos que dejes de comprar y de disfrutar las cosas que puedes adquirir pero si puedes
hacer una pausa y hacer consciencia de tus emociones y sobre todo de tus posibilidades.
¿Tienes la posibilidad de adquirirlo? Y si lo haces ¿lo haces por ti o porque buscas impresionar a alguien?
Te conocemos mejor que nadie, piensa cuáles son tus parámetros para comprar inteligentemente.
4 Tips para dejar de comprar compulsivamente:
- 1. Entiende cómo funciona tu cerebro y desde dónde tomas decisiones, si decides desde la emoción y la adrenalina o desde la consciencia.
- 2. Si compras compulsivamente, cuestiónate ¿Qué estás pasando en tu vida que no quieres enfrentar? No lo suplantes con compras
- 3. Presupuesta tus gastos. Destina una cantidad específica a lo que quieres adquirir; compra a la medida de tus posibilidades.
- 4. Genera dopamina a través de otras acciones que no generen esa sensación de vacío como: ejercicio, correr, caminar, agradecer, escucha tu canción favorita, sonreír, abrazar.
Ahora que tienes esta información, en este Buen Fin sé un comprador consciente y no te dejes llevar por tus emociones.
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